Hay un tiempo que no se mide en minutos ni en horas. Es el tiempo de las transformaciones invisibles, de la respiración de las plantas, del fluir del agua entre las piedras, del cambio continuo e imperceptible de la materia.
"Dissolvenze. Correspondencia con el tiempo", proyecto expositivo del dúo Simoncini.Tangi, está dedicado a este tiempo sutil y profundo.

A través de instalaciones inmersivas y site-specific, Dissolvenze propone una reflexión poética sobre la porosidad de los límites entre los seres humanos y los paisajes naturales, sobre la interdependencia entre los reinos vivos, sobre el modo en que el tiempo se escribe en la materia y en sus huellas.

El agua, elemento clave de todo el recorrido, es el hilo que une cada obra: no sólo como sustancia física, sino como principio vital, forma de devenir, archivo sensible. El Arno, en particular, asume un papel simbólico y concreto: río generador, memoria líquida de Florencia, capaz de esculpir, nutrir, conmover y devolver.

Olores, sonidos, reflejos y rayos de luz construyen una narrativa ambiental en la que el hombre se convierte en parte del paisaje, sujeto observado y observador. Las plantas trazan sus perfiles a través de la luz, imprimiéndolos sobre el papel vegetal en un “diseño vegetal” que es al mismo tiempo forma y presencia.

La filosofía taoísta que inspira parte de la investigación de Simoncini.Tangi enseña que cada elemento se genera en relación con el otro, y que la transformación es la única forma estable de los seres vivos.