Miguel Ángel y el poder
El tema de la exposición es la relación entre Miguel Ángel Buonarroti y el poder, un tema central en la vida y obra del artista.
Distribuidas en la Sala delle Udienze y la Sala dei Gigli, en el segundo piso del Palazzo Vecchio, se exponen más de 50 obras, entre esculturas, pinturas, dibujos, cartas autografiadas y vaciados en yeso, cedidas por prestigiosas instituciones como las Galerías Uffizi, los Museos del Bargello y la Fundación Colección Thyssen-Bornemisza.
Una de las obras maestras expuestas es sin duda el busto de Bruto, cedido por el Museo Nacional del Bargello. Esta obra se exhibe por primera vez en el Palazzo Vecchio, lugar simbólico del poder florentino. El hecho de que la obra esté ubicada dentro del edificio del gobierno florentino está envuelto en un significado político, haciendo una comparación explícita entre el pensamiento político de Miguel Ángel y el poder de los Medici. De hecho, el Bruto se inscribe en un contexto histórico en el que Florencia había quedado reducida al control absoluto de los Medici, tras el asedio de 1530 y Miguel Ángel con su obra no duda en posicionarse a favor de la libertad republicana contra la dominación de los Medici.
También es singular la selección de retratos expuestos que nos permite conocer y explorar la red de encuentros, enfrentamientos y choques con el poder de Miguel Ángel, dibujando una especie de constelación de retratos de hombres y mujeres ilustres, todos en torno al Retrato de artista creado por su amigo Giuliano Bugiardini, situado en el centro. Aquí se encuentran los retratos de Girolamo Savonarola y de Pier Soderini atribuidos a Ridolfo del Ghirlandaio, así como los de Cosimo I con armadura de Agnolo Bronzino, de Vittoria Colonna, del cardenal Reginald Pole en conversación con Pablo III y el de León.
Por último, también es muy sugerente la zona dedicada a los vaciados en yeso de algunas de las obras más conocidas de Miguel Ángel.
Distribuidas en la Sala delle Udienze y la Sala dei Gigli, en el segundo piso del Palazzo Vecchio, se exponen más de 50 obras, entre esculturas, pinturas, dibujos, cartas autografiadas y vaciados en yeso, cedidas por prestigiosas instituciones como las Galerías Uffizi, los Museos del Bargello y la Fundación Colección Thyssen-Bornemisza.
Una de las obras maestras expuestas es sin duda el busto de Bruto, cedido por el Museo Nacional del Bargello. Esta obra se exhibe por primera vez en el Palazzo Vecchio, lugar simbólico del poder florentino. El hecho de que la obra esté ubicada dentro del edificio del gobierno florentino está envuelto en un significado político, haciendo una comparación explícita entre el pensamiento político de Miguel Ángel y el poder de los Medici. De hecho, el Bruto se inscribe en un contexto histórico en el que Florencia había quedado reducida al control absoluto de los Medici, tras el asedio de 1530 y Miguel Ángel con su obra no duda en posicionarse a favor de la libertad republicana contra la dominación de los Medici.
También es singular la selección de retratos expuestos que nos permite conocer y explorar la red de encuentros, enfrentamientos y choques con el poder de Miguel Ángel, dibujando una especie de constelación de retratos de hombres y mujeres ilustres, todos en torno al Retrato de artista creado por su amigo Giuliano Bugiardini, situado en el centro. Aquí se encuentran los retratos de Girolamo Savonarola y de Pier Soderini atribuidos a Ridolfo del Ghirlandaio, así como los de Cosimo I con armadura de Agnolo Bronzino, de Vittoria Colonna, del cardenal Reginald Pole en conversación con Pablo III y el de León.
Por último, también es muy sugerente la zona dedicada a los vaciados en yeso de algunas de las obras más conocidas de Miguel Ángel.
Información:
Notas de acceso:
Acceso directo desde taquilla y entrada en la primera franja de visita disponible.
Última entrada una hora antes del cierre.
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