El Museo del Opificio, instituido en 1882, deriva directamente del taller artístico para la elaboración de piedras duras, fundado en 1588 por el granduque Fernando I de Médicis. Sus colecciones comprenden obras de gran sugestión y elegancia que cubren toda la actividad del taller, durado tres siglos. La actual distribución del Museo, que se remonta a 1995, se debe al arquitecto Adolfo Natalini. Narrando los orígenes del taller, el recorrido expositivo se abre con algunos de los primeros ejemplos florentinos de la técnica del “commesso lapideo” o pinturas en piedra. De notable interés son los trabajos vinculados al monumental altar de piedras duras, nunca acabado, proyectado para la Capilla de los Príncipes en la Basílica de San Lorenzo, grandiosa estructura deseada por Fernando I para acoger las sepulturas de la dinastía de los Médicis. Entre las creaciones del periodo lorenense destacan algunos cuadros con técnica del “commesso lapideo” efectuados sobre modelos del pintor florentino Giuseppe Zocchi, que entre 1750 y 1767 colaboró en el taller. Las siguientes salas del siglo XIX documentan la vitalidad del Opificio en el periodo tras la unidad de Italia, cuando fueron realizadas obras de gran complejidad recurriendo a una gama de materiales amplísima. Con la visita es posible realizar el proceso completo, desde la ideación hasta la obra acabada, y descubrir los mecanismos más íntimos de un fascinante episodio de historia artística florentina.