“Y era la tarde y era la mañana” no es sólo una exposición fotográfica, sino un auténtico viaje visual que recorre los lugares más recónditos y fascinantes de nuestro planeta. Paisajes incontaminados, donde la luz juega un papel fundamental a la hora de definir formas y colores, creando atmósferas suspendidas entre el sueño y la realidad. 

La exposición es una invitación a reflexionar sobre la relación entre el hombre y la naturaleza y a redescubrir la maravilla y el misterio que ofrece nuestro planeta, explorando temas como la creación, la transformación y la eterna belleza del mundo natural. 

Las fotografías del fotógrafo toscano, ya ganador del premio al Wildlife Photographer of the Year del Natural History Museum de Londres, capturan la esencia de la vida en la Tierra, permitiendo al visitante admirar, por ejemplo, la grandeza de un oso grizzly decidido a pescar salmones en un río norteamericano o el vuelo majestuoso de un águila de cola blanca deslizándose sobre un mar cristalino.