La Sinagoga de Florencia, edificio monumental de gran belleza, resalta con su cúpula verde en el skyline de la ciudad. Es el centro de la vida hebrea florentina, lugar de culto y parte integrante de la historia de la ciudad. El Templo Israelita fue inaugurado en 1882, después de la Emancipación de los judíos italianos, descentralizado de la zona del viejo gueto judío que fue demolido en el último decenio del siglo XIX. Símbolo de la libertad adquirida, en interior del edificio nos acoge con una atmósfera de gran sugestión. El retorno del estilo morisco que caracteriza la rica decoración parietal, las vidrieras policromadas, las marqueterías de mármol de los suelos, los muebles y todo el aparato decorativo, son parte del gusto orientalizante típico de las sinagogas monumentales en Europa a finales del siglo XIX. El Museo Hebreo, organizado en dos plantas en el interior de la Sinagoga, completa y enriquece la visita al Templo monumental. El museo conserva y expone una extraordinaria colección de antiguos objetos de arte ceremonial judío, testimonio del alto nivel artístico alcanzado en el mundo judío italiano en el panorama de las artes aplicadas. El recorrido museístico narra la historia de los judíos florentinos desde los primeros asentamientos hasta la reconstrucción posbélica con la ayuda de paneles fotográficos, vídeos, fuentes documentales.